Las protagonistas de nuestras recetas y nuestra mayor fuente de inspiración para tener una vida sana y con bienestar.
Sumérgete en un mundo de cuidados y recolecta el conocimiento que necesites para decidir qué es lo mejor para tu alimentación.
Imagínate ir por la playa, caminar entre arena, rocas. De repente observas unas plantas pardas o verdes que no conoces. Te preguntas: ¿serán traídas por las mareas que llegan a la playa con sus vientos y como vestigio de sus tempestades?
Te surgen dudas: cómo se llaman, para qué sirven y cuántas especies existen, si son buenas para la salud o si son peligrosas… Las respuestas te sorprenderían, ya que hablar de algas es hablar de un universo de organismos que forman bosques inmensos y poblados en ecosistemas acuáticos y húmedos que hoy en día te brindan lo mejor de sus nutrientes para llenarte de vida, pues en esta huerta submarina se encuentran los secretos de la evolución de la vida.
Según el libro, ¿Las Algas se comen? un periplo por la biología, la historia, las curiosidades y la gastronomía, “el mundo estaba lleno de algas. De las algas salió el oxígeno y del oxígeno salimos todos. Fuimos durante millones de años bacteria, protozoario, pez, reptil, ave, mono y quién sabe cuántos otros animales”.
De las algas ha evolucionado la vida, por ello ponerlas hoy en día en nuestros platos, usarlas para cuidar la piel y que sean consideradas para producir eficiencia energética, habla muy bien de la sabiduría que sus beneficios.
Las verduras del mar, como las hemos llamado, presentan una gran variedad de especies que crecen en aguas frías y llenas de nutrientes. Por ello en el norte de España y en las rías de Galicia las encuentras en abundancia.
Las macroalgas, aquellas que te causan curiosidad al caminar por la playa, se dividen en tres especies: las verdes que crecen cerca de la superficie; las pardas que se desarrollan en lugares de mayor profundidad, y las rojas que llenan de color las zonas más profundas y con menos luz. Cada una contiene clorofila que les permite realizar las funciones de fotosíntesis dependiendo de la cantidad de luz que llega a la zona donde habitan, captando dióxido de carbono y liberando oxígeno.
Comerlas es más que un placer
Estudios e investigaciones realizadas confirman su valor nutricional y su aporte a nuestro bienestar: su contenido de grasas y calorías es muy bajo, y tienen el privilegio de ser ricas en minerales, vitaminas, proteínas, así como en otros compuestos que solo se encuentran en ellas.
Las algas contienen grandes cantidades de hidratos de carbono, azúcares simples, polisacáridos como la celulosa, el agar y otras variedades que son los principales componentes de la fibra alimentaria, que, al no digerirse, aporta muy pocas calorías. También tienen una elevada capacidad para retener agua por lo que al consumirlas te proporcionan saciedad, estimulando el tránsito intestinal.
Según la Federación de Asociaciones de Celiacos de España, FACE, aproximadamente el 1% de la población es celiaca y se estima que anualmente, 4000 casos son diagnosticados en el país. Por ello es importante que sepas que los polisacáridos de las algas, por su compleja estructura, sustituyen el gluten. En definitiva, son muy recomendadas para diabéticos, celiacos, veganos, vegetarianos y son 100% naturales.
Las proteínas de las algas son de un alto valor biológico al contener la mayoría de los aminoácidos esenciales, aquellos que nuestro organismo no puede sintetizar y que debemos adquirir a través de la dieta.
En general, todas las especies de algas son ricas en hierro y calcio, y también contienen cantidades importantes de potasio, fósforo y magnesio. Uno de sus mayores aportes es de yodo, un mineral difícil de obtener fuera del mar. Siguiendo con sus bondades, no podemos dejar de contarte que tienen un alto contenido de vitamina A, B, C, D, E y K.
Cuidan la tierra y el aire que respiras
¿Sabías qué para combatir la contaminación en París, se han instalado columnas de agua con algas, capaces de purificar el aire contaminado como lo harían cien árboles? Este importante detalle, nos habla del poder que tienen las algas para mitigar la contaminación.
Como ves las posibilidades son infinitas. Más adelante, te invitaremos a seguir sumergiéndote en las profundidades de este universo que nos provee la tierra y su diversa huerta acuática.